No hay nada que ayude más a tu amor propio que comenzar a mejorar la relación que tienes con tu cuerpo. Por eso, es importante enfocarte en la imagen que tienes con él y cómo puedes mejorarla.
Pregúntate, ¿cómo convives con tu cuerpo? ¿Lo motivas o lo criticas a diario? ¿Le agradeces o te enfocas en cómo cambiarlo?
Sanar la relación con él y comenzar a aceptarlo es probablemente uno de los aspectos más difíciles en este camino. Por eso, aquí te compartimos 3 pilares esenciales para ayudarte a hacerlo:
3 pilares para mejorar la relación que tienes con tu cuerpo
Nútrelo para sentirte sana
Nutre a tu cuerpo y mantenlo sano. Si te motivas a comer de manera balanceada verás cambios en tu ánimo, en tu salud general y en la perspectiva que tienes de él. No se trata de comer sano para cambiar tu apariencia sino de sentirte saludable y motivada por dentro.
Todo cambia cuando te enfocas en vivir sanamente para sentirte bien. Recuerda que el autocuidado es parte esencial de sentirte mejor contigo misma. Mientras más cuidas a tu cuerpo, más lo quieres. Mientras más lo quieres, más lo cuidas.
Mantenlo activo para agradecerle
Un aspecto importante para sentirte mejor con tu cuerpo es mantenerlo activo. Vive en movimiento, haz ejercicio, estíralo. El ejercicio te ayuda a conectar con él y reconocer todo lo que hace por ti. También te impulsa a practicar la gratitud, porque cuando tienes un cuerpo sano y activo te envuelves en agradecimiento.
Vale la pena recordarte que no siempre se trata de metas físicas o cambios de apariencia, sino de sentirte más cómoda y confiada contigo misma. Cuando empiezas a hacer ejercicio con el propósito de apreciar tu cuerpo mucho más, verás cambios en la relación que tienes contigo por dentro y por fuera.
Consiéntelo para vivir en balance
Este es probablemente el pilar más importante. A veces, aunque comas saludable y hagas ejercicio, la relación con tu cuerpo no mejora. Incluso, muchas veces, puede deteriorarse o decaer en hábitos de crítica si te colocas metas físicas. Por eso, el pilar más importante es permitirte consentirlo y dejar que viva en balance. Es decir, hacer todos los pilares anteriores sin restringirte. Come sano, pero permítele a tu cuerpo disfrutar de la comida que te gusta. Vive saludable pero permítele darse sus gustos. Haz ejercicio, pero permítele descansar cuando lo necesite.
No lo juzgues, no lo critiques. Vivir consintiéndolo se trata de cuidarlo, pero al mismo tiempo de aceptarlo como es y dejarlo disfrutar de la vida sin límites.
¿Necesitas más inspiración para mejorar la relación con tu cuerpo?
Lee nuestro artículo Hacer las paces con tu cuerpo: comienza a cuidarlo para quererlo
