Hay lugares que dejan una huella en tu rutina. Lugares de los que te despides sintiéndote diferente. De los que sales más alineada con quien eres, más fuerte, más segura. Corehaus es uno de ellos.
Situado en Carrer d’Alfons XII, Corehaus parece la unión entre una boutique fitness y un member’s club. Desde que entras, el espacio se siente exclusivo pero, al mismo tiempo, amigable. Un contraste que te hace sentir bienvenida sin dejar de ser una experiencia única (y casi de lujo).
Su espacio, distribuido en dos pisos, te recibe con el bar de sesēnroom. La primera barra de colágeno de Europa by sesēncompany (@sesencompany.es). Smoothies, cafés, matcha y bebidas con colágeno. Es el “cherry on top” de la experiencia. Un concepto verdaderamente único.
Pisos de madera contrastados por mesas de metal. Sofás que parecen esculturas y paredes grises que abrazan el salón para hacerlo sentir elevado.
Las clases se dan en el primer piso, un salón en donde el coreformer es el protagonista. Paredes de espejos, luz tenue y una máquina que esculpirá, tonificará y fortalecerá tu cuerpo. 50 minutos de alta intensidad pero bajo impacto, movimientos lentos y mucha resistencia. Todo acompañado de una playlist mientras te guía uno de sus coaches. Un entrenamiento revolucionario para quienes somos fans del reform pilates y el desafío core.
Si buscas un espacio que eleve tu rutina y te haga priorizarte, Corehaus puede ser lo que estás buscando. Después de probar muchas clases y boutiques fitness, debo admitir que este espacio va directamente al top de mi lista. Y no lo digo con ligereza. Es una experiencia que te hace vibrar alto y trabajar cada músculo, pero con pausa y fluidez. Un espacio del que sales mejor de lo que entras, y ahora, uno de mis sitios favoritos que, con una sola clase, me dejó con ganas de volver.