Muchas veces, pensamientos negativos vienen a tu mente por mucho que te quieras, cuides y aceptes. Estos pensamientos comienzan como una pequeña comparación y se convierten en un círculo vicioso de comentarios que terminan desanimándote o vulnerando tu amor propio. Para ayudarte a manejarlos, hoy quiero compartir contigo la mentalidad que cambió mi amor propio y me ayudó a aumentar mi confianza.
“No estás haciendo suficiente”, “no tienes la vida que quieres tener”, “no te sientes como quisieras sentirte”. Personalmente, por mucho que fortaleciera mi amor propio, esos pensamientos siempre venían a mí. Luchaba contra ellos y me desanimaba. Hasta que me di cuenta de que no hace falta luchar contra ellos, sino reconocerlos y comenzar a transformarlos.
Es probable que esos pensamientos surjan también en tu mente. Nos pasa a todas. Pero cuando dejas de darles importancia y los intentas transformar conscientemente, algo bueno sucede en tu amor propio.
La mentalidad que cambió mi amor propio
En mi proceso entendí que para mejorar mi amor propio tenía que cambiar la manera en la que pensaba sobre mí. Tenía que lidiar con mis pensamientos de otra manera y adoptar una mentalidad más positiva, de crecimiento y autocompasión. Así que decidí cambiar conscientemente mi diálogo interno. Es decir, cambiar lo que me decía a mi misma y la manera en la que hablaba de mí a diario.
Decidí abrirle paso a una mentalidad que me impulsara conscientemente a corregirme al decir algo negativo de mi misma. Una mentalidad que me motivara a ser amable conmigo, con mi apariencia y con mi personalidad. Esta manera de pensar (y las acciones que surgen de ella) me ha ayudado a mejorar mi autoestima y a superar los momentos difíciles en mi amor propio.
Esta mentalidad supone:
Cambiar la autocrítica por autocompasión
Se trata de ver las críticas y el juicio con autocompasión. En vez de criticarme y enfocarme en quien no he sido, comencé a aceptar quien soy hoy, mientras me motivo por seguir mejorando.
Reemplaza pensamientos como «No he sido suficientemente fuerte«, por pensamientos como «he sido tan fuerte como he podido. Hago lo mejor que puedo mientras me inspiro para seguir mejorando. Soy tan fuerte como puedo mientras construyo una versión de mi mucho más fuerte.»
Transformar las comparaciones
Reemplaza pensamientos como «no tengo lo que ella tiene«, por pensamientos como «si ella tiene la fuerza para lograrlo, yo también puedo hacerlo”.
Aceptación y mejora
Reemplaza pensamientos como «no me gusta mi cuerpo, quisiera cambiar mi apariencia» por pensamientos como “acepto mi cuerpo como es, mientras me cuido para construir la versión de mi misma que se siente cómoda y confiada con su apariencia”.
Mentalidad de abundancia
Una manera de pensar que bloqueaba mi amor propio era la mentalidad de escasez. Muchas veces me enfocaba en todo lo que me faltaba en vez de enfocarme en la abundancia que tengo en mi vida. ¿Te ha pasado? Esta mentalidad hacía que fuese más difícil reconocer y agradecer lo bueno que tenía. También me mantenía en un ciclo de insatisfacción donde nada era suficiente.
Cuando comencé a enfocarme mucho más en la abundancia de mi misma, empecé a mejorar mi amor propio, a sentirme agradecida y más feliz con quien soy. Comencé a apreciar mucho más mi vida y a reconocer mucho más mis éxitos.
Reemplaza pensamientos como «todavía me faltan muchas cosas para estar contenta con quien soy«, por pensamientos como «tengo todo lo que necesito para comenzar a vivir feliz conmigo. Me agradezco mientras sigo trabajando para alcanzar todo aquello que quiero».
Esta es la mentalidad que cambió mi amor propio y me ayudó a mejorar la relación que tengo conmigo misma. Aunque parecen pequeños cambios, hacen una gran diferencia en tu día a día.
A veces la mejor manera de aumentar tu confianza y amor propio, es tener la capacidad de moldear tus pensamientos y cambiar tu diálogo interno. Así, aprendes a redireccionar inmediatamente un pensamiento negativo en vez de quedarte en un ciclo de comparaciones y críticas.