Hay algo magnético en las mujeres que brillan, no solo por lo que logran, sino por cómo se sienten. Son mujeres que caminan seguras, se expresan con autenticidad, tienen una presencia que se siente incluso en silencio. Y no hablo de una belleza con la que se nace. Hablo de una seguridad y una energía que se construyen con el tiempo.
Soy lo suficientemente afortunada como para tener a muchas de esas mujeres en mi círculo social. Mujeres que admiro por su manera de vivir, de arriesgarse, de priorizarse. Hay algo en ellas que me contagia de motivación e inspiración. Es un magnetismo que me hace preguntarme: ¿qué hacen para vibrar tan alto? ¿Qué decisiones están tomando y qué hábitos siguen para vivir con confianza manifestando sus sueños?
La receta para ese tipo de energía parece un misterio, pero no lo es. Son acciones, decisiones y una forma de vivir que hace que se sientan bien consigo mismas. Hoy, te cuento lo que he ido descubriendo, y lo que veo que tienen en común las mujeres cercanas a mí que viven brillando.
Primero: no se trata de suerte, se trata de mentalidad
Cada sueño que ves a una mujer cumplir es consecuencia de su mentalidad. Eso es lo primero que veo en todas las mujeres que admiro: han trabajado su narrativa interna. Se hablan con respeto, se dan espacio para crecer y, sobre todo, se permiten soñar en grande. No tienen “suerte”, tienen una mentalidad de crecimiento que les permite alcanzar todas sus metas. Saben lo que merecen y van por ello. No minimizan sus habilidades, ponen límites y reconocen el valor que aportan. Su autoestima no viene del exterior, viene de saber que pueden enfrentarse a lo que llegue. Todo este trabajo interno es lo que les permite materializar sus sueños y vibrar tan alto. La energía del éxito en ellas empieza siempre desde el interior.
Toman decisiones valientes
Negocian. Piden lo que quieren. Eligen con intención en su trabajo, en sus relaciones, en su entorno. No viven en piloto automático. Analizan lo que les funciona y lo que no, y se dan permiso para cambiar de dirección cuando lo necesitan. Y esto no significa que siempre estén preparadas para hacerlo o que no tengan miedo. Significa que, a pesar de tener miedo, se arriesgan a tomar decisiones difíciles y usan la valentía como un impulso.
Tienen hábitos sagrados
Con esto, no me refiero a levantarse a las 4 am todos los días (aunque algunas lo hacen). Me refiero a que, independientemente de cómo sean sus horarios, siempre incluyen hábitos intencionales en sus rutinas para priorizarse a diario. Una hora de ejercicio, salir a correr en las mañanas, dormir 8 horas, un momento de calma en la ducha, tomar suficiente agua, cena en familia todas las noches, unos minutos de journaling, o incluso un simple café leyendo por la mañana. Los hábitos para priorizarse son sagrados y no se negocian.
Visualizan lo que quieren y actúan en consecuencia
Las mujeres que viven sus sueños no esperan a “sentirse listas” para empezar, lo hacen. Confían en sí mismas, incluso cuando no tienen todas las respuestas y toman acción. Aquí, la claridad es importante. Saben lo que quieren, lo escriben, lo visualizan, lo sienten y luego toman decisiones que las acercan a eso. Se preguntan constantemente: ¿sigo alineada con esta meta? ¿Qué acción puedo hacer hoy para avanzar?
No lo hacen solas
Este punto es clave. Las mujeres que están brillando no están aisladas. Tienen redes, comunidades, espacios seguros donde se sienten vistas y apoyadas. No importa si es un grupo de amigas con las que comparten sus desafíos, el apoyo de una pareja, o una mentora. Sea como sea, forman parte de comunidades que las impulsan. Se nutren unas a las otras, comparten lo que aprenden y saben que el brillo de otras no apaga el suyo, lo multiplica.
Cuidan su bienestar como si fuera un negocio
Porque entienden que su bienestar es la base de todo. Se priorizan con gusto. Entienden la importancia de vivir en armonía, para ellas y para otros. Cuidan su salud mental, ponen límites, intentan sanar heridas del pasado. Son conscientes de lo que necesitan y van por ello. Hacen espacio para lo que les da placer. Saben que para crear, liderar y sostener, primero necesitan sentirse bien.
Caminan al ritmo de sus propios pasos
Si te fijas, nada de lo que hemos descubierto hasta ahora se trata de apariencias ni rutinas específicas. Todas las mujeres exitosas que me rodean tienen rutinas diferentes. Cada una tiene hábitos que funcionan para ella misma. Saben lo que les va bien y deciden hacerlo, sin importar lo que el exterior diga. Y esa es la clave: todas bailan al ritmo de sus propios tambores. Prueban, exploran, crean sus propias rutinas y metas de acuerdo con lo que ellas mismas sueñan. Caminan al compás de sus propios pasos. Se conocen y son lo suficientemente valientes como para decidir vivir según sus reglas. Son dueñas de su vida sin disculparse.
Y, por eso mismo, este artículo no es una lista de hábitos diarios ni de cosas que “deberías estar haciendo” en tu rutina. Es una invitación a conectar con lo que tú necesitas y con quién quieres ser. A observar con curiosidad qué te hacen sentir bien, qué mentalidad te impulsa y qué decisiones te acercan a lo que sueñas, para que tú también sientas que eres de esas mujeres que brillan.