San Valentín puede ser una fecha llena de emociones y expectativas. Así que para animarte a pasar el día queriéndote, hemos creado un ritual de amor propio que puedes seguir para enfocarte en ti.
Es una lista de actividades que puedes hacer para conectar contigo, acercarte más a ti y terminar el día del amor, celebrando tu amor propio.
Usa este día para enamorarte de nuevo… de ti misma.
Ritual de amor propio
Para que este ritual te ayude a sentirte bien contigo, intenta conectar verdaderamente con él. Ponle intención y esfuerzo a cada actividad que hagas. Crea un espacio sin interrupciones, donde puedas estar contigo a solas y ser verdaderamente tú.
Paso 1: Prepárate y prepara tu espacio
Comienza tu noche eligiendo un espacio de tu hogar donde te sientas en paz y puedas realizar estas actividades. Apaga las luces principales de ese espacio, solo dejando una pequeña luz para crear un ambiente acogedor pero sin quedar completamente a oscuras.
Hazte un cafecito, una taza de té o alguna bebida caliente que te haga sentir acogedora y agradable. Siéntate en una posición cómoda, puede ser en el suelo, en el sofá, o en tu cama. Como prefieras.
Este es tu espacio. Es un momento único para ti. Contémplalo. Ve lo que te rodea y como te sientes. Este será tu momento de conexión. Empecemos.
Paso 2: Velita y meditación
Para empezar las actividades, toma tu velita preferida o una de esas que llenan tu espacio de un olor agradable y lo iluminan sutilmente.
Ahora tienes dos opciones. Si te gustan las meditaciones, comienza este ritual haciendo una pequeña meditación guiada de 5 minutos. Te recomendamos que sea una meditación de amor propio, confianza o autoestima.
Si no estás acostumbrada a meditar, tienes una segunda opción. Coloca una música relajante de fondo o alguna canción que haga surgir una emoción. Cierra los ojos y respira profundamente. Intenta conectar con la canción. En esta opción, tu misma guiarás tu propia meditación, uniéndote a la música y pensando en ti. La idea de este ejercicio es comenzar a crear un ambiente relajante que te ayude a abrirte a la práctica.
Paso 3: Actividad - Escríbete a ti misma
Toma un trozo de papel y un lápiz o bolígrafo. En esta actividad, vas a escribirte unos párrafos a ti misma. Hazlo como si le enviaras una carta a una amiga.
Primero, escribe un texto para conectar con lo bonito de la relación contigo. Escribe, ¿qué piensas de ti? Piensa en todo lo positivo que reconoces de ti misma. Piensa en tu pasado y en tu presente. Piensa en lo que has hecho y en lo que quieres hacer. ¿Qué características positivas se te vienen a la mente cuando piensas en ti?
Ahora, escribe un párrafo para perdonar cada situación en la que no te has valorado. Piensa en las veces que te dijiste algo negativo o hiciste algo que no era bueno para ti. Repite estas palabras: querida yo, te perdono.
Por último, vas a escribir un párrafo de agradecimiento. Date las gracias por ser tú. Agradece tu cuerpo, tu mente, tu espacio. Agradece tu relación contigo. Agradece tu pasado y tu presente. Agradece quien eres de todas las maneras.
Dobla esta carta y guárdala. Puede ser en tu mesa de noche, en tu cartera, en tu escritorio. En algún lugar que veas a diario.
Paso 4: Afirmaciones
Ahora, vas a repetir afirmaciones para reafirmar todo lo lindo que acabas de escribir para ti. Puedes repetirlas una vez o todas las veces que quieras. Puedes decirlas en voz alta o en tu mente. Lo que prefieras y lo que te haga sentir mejor.
Afirmaciones: «Me agradezco, me perdono, conecto conmigo, hago lo mejor para mi, no me juzgo, me permito disfrutar de quien soy, mi tiempo y esfuerzo son valiosos, tengo todo lo que necesito para ser feliz, me doy todo el amor que buscaba en los demás, creo en mis habilidades, soy fuerte, me levanto cada vez que me caigo, me cuido, me quiero.»
Paso 5: Deseo
Para terminar este ritual, piensa en un deseo que tengas para ti. Algo inmaterial e intangible. Algo que mejore tu autoestima y tu confianza. Un deseo que te conecte mucho más a ti. Un deseo que te salga del corazón y que sea el comienzo de una nueva etapa priorizándote cada vez más.
Ahora, piensa en ese deseo, ponle intención. Mientras lo haces, apaga la velita que te ha acompañado durante todo este ritual. Piensa que tienes todo para que ese deseo se cumpla, cree firmemente en él.