Tu mejor versión tiene poco que ver con tu apariencia
Piensa en tu mejor versión. Visualiza a esa persona que quieres ser. ¿Cómo se ve? ¿Cómo se siente? ¿Qué tiene de diferente esa versión de ti misma a la versión que eres ahora?
Muchas veces, cuando piensas en tu mejor versión visualizas esa parte de ti que le saca el máximo provecho a su apariencia. Una versión de ti misma que se ve diferente, radiante y renovada. Inclusive en programas de televisión y en las redes sociales, todas las historias de glow-up tienen que ver con bajar de peso, cambiar de cuerpo, tener un nuevo look. La mejor versión se ha convertido en sinónimo de cambiar físicamente. Aunque en realidad, el verdadero cambio no sucede por fuera.
Si tu manera de vivir internamente no ha mejorado, detrás de esas nuevas apariencias, te sigues sintiendo igual que antes. Incluso, no es inusual que te sientas peor cuando enfocas tu valor en el exterior. Se aumentan las expectativas cuando intentas mejorar tu vida solo con un cambio físico. Nunca nada es suficiente para lograrlo y sigues cometiendo los mismos errores que dejan a tu amor propio vulnerable.
¿No te ha pasado que has querido sentirte mejor contigo, decides hacer un cambio de look y a las semanas te sigues sintiendo igual que antes? Te das cuenta de que, aunque te hayas sentido confiada por un instante, tu vida no ha mejorado por completo.
Es por eso que tu mejor versión no tiene mucho que ver con tu apariencia, pero tiene todo que ver con cómo te sientes por dentro. Es un cambio que comienza desde el interior para dejar ver la verdadera transformación por fuera. Una mejoría que transmite hacia el exterior lo que ha hecho por dentro.
El verdadero cambio comienza por dentro
Tu apariencia física es momentánea y variable. Si tu mejor versión depende únicamente de un aspecto tan cambiante como este, es poco probable que logres construir una versión de ti que se siente bien consigo misma constantemente. Pero si enfocas tu valor en algo estático e invariable como tu personalidad y mentalidad, puedes construir una versión mejorada de ti misma que sea duradera.
Esto no quiere decir que tu apariencia no esté conectada con tu mejor versión. Al contrario, es un reflejo exacto de tu mejoría. Pero para que este cambio sea verdadero y duradero, tiene que comenzar desde el interior.
Como te ves está directamente relacionado con cómo te sientes. Cuando te sientes bien por dentro, todo en tu exterior cambia. Te ves más saludable, más motivada, más cómoda y confiada contigo. Hay una magia que surge desde dentro y sobresale. Una nueva apariencia que tiene como base una nueva manera de actuar y pensar.
Esta relación entre cómo te sientes por dentro y cómo te ves por fuera se nutre de sí misma. Mientras más confiada te sientes, más confiada te ves. Es una retroalimentación que va construyendo poco a poco una versión de ti que brilla desde cada aspecto de su vida.
Me siento bien, me creo merecedora, me cuido a diario, me siento cómoda conmigo
Y por esta razón
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