Editar el contenido
Editar el contenido

Amor propio y autocuidado: cómo crear una rutina para ser tu mejor versión

Photo by @FloralDeco for CanvaPro

Tu amor propio no es algo momentáneo. No es un instante o un punto fijo en tu vida. Es un camino. Un proceso donde todo lo que haces afecta su progreso. Lamentablemente, no existen acciones que te hagan quererte de inmediato. Es un viaje diario de meses y a veces años.

No hay una fórmula precisa o instrucciones detalladas para cambiar la percepción de ti misma de la noche a la mañana, pero si existen acciones que día a día te impulsan a mejorar la relación contigo. Acciones que te llevan de la mano por un camino lleno de inspiración para aprender a valorarte y que te ayudan a construir un amor propio sólido y bonito.

Y aunque esas acciones no cambien tu amor propio de un momento a otro, son mejores porque te impulsan a largo plazo creando una versión de ti misma que se quiere no por un segundo sino por siempre.

Para que esas acciones den resultados, hay que incluirlas en tu rutina y volverlas hábitos. Así, creas una vida diaria donde la prioridad eres tú y donde tu amor propio se nutre a cada momento.

Tus acciones diarias son la fuente y el orígen de cualquier resultado en tu vida. Si tienes una rutina donde tu salud no es prioridad, es probable que te enfermes a menudo. Igual pasa con tu amor propio, si vives en una rutina que no aporta cosas buenas a la relación que tienes contigo, es probable que tu amor propio esté vulnerable.

En conclusión, si quieres vivir tu mejor versión, debes empezar por crear la rutina que te lleve a serlo.

Autocuidado en tu rutina

Hace un par de años, cuando comenzamos a explorar cómo querernos, nos dimos cuenta que el autocuidado en la rutina era esencial para empezar a trabajar en la autoestima. El amor propio y el autocuidado son uno. Se agarran de las manos para complementarse. Cuando existe uno, existe el otro.

Por eso, para construir una rutina que te lleve a quererte un poco más, debes cubrir todos los tipos de autocuidado en tu semana: cuidado físico, mental, emocional, y espiritual.

Puede ser difícil incluir hábitos de cada tipo cuando ocupas tu día con trabajo, estudio y responsabilidades diarias. Pero de eso se trata, de aprender a priorizar lo realmente importante y ver la relación que tienes contigo como una responsabilidad igual de importante (o hasta más importante) que cualquier otra.

Para priorizar esa rutina que te impulsará a construir la mejor versión de ti, debes entender cómo crearla y cómo incluir hábitos importantes que sean parte de tu autocuidado. Para eso estamos aquí, para descubrirlo juntas.

Antes de empezar, te tenemos una buena noticia. Ya has empezado el primer paso y uno de los más importantes. Estás aquí, leyendo, investigando, aprendiendo acerca de tu autocuidado.

Ahora, para seguir priorizando hábitos como éste, en los próximos párrafos te damos algunas ideas y actividades para acompañarte a crear la rutina que te mereces.

Autocuidado mental

Empecemos por el autocuidado mental. Es una manera de priorizar cualquier actividad que te ayude a estimular y descansar tu mente.


– Leer un libro
– Escribir a diario
– Empezar un nuevo hobby
– Desconectarte de las redes por unas horas
– Descansar
– Meditar

Son pequeñas actividades que sin tomar mucho tiempo pueden tener un gran impacto en tu salud.

Autocuidado físico

Siguiendo al autocuidado mental, es hora de enfocarte en un aspecto importante que te ayuda no solo a cuidarte sino a construir y mejorar la relación con tu cuerpo: el autocuidado físico.

Cuidarte físicamente no se trata de cumplir con dietas estrictas o de ir al gimnasio aún cuando no te gusta hacerlo. Es todo lo contrario. Se trata de nutrir tu cuerpo con todo lo bueno, de hacer actividades que te hagan sentir bien y de consentir a tu cuerpo permitiéndole vivir sanamente.

Encuentra actividades físicas que te gusten y te motiven. ¿Te gusta la yoga? ¿Tal vez bailar o salir a correr? Comienza a comer balanceado. Analiza como te sientes después de cada comida y comienza a disfrutar de todo aquello que te hace sentir liviana, activa, reconfortada.

Lo importante es sentirte sana y cómoda con tu cuerpo. Incluye en tu autocuidado físico todo aquello que te ayude a mejorar la percepción de ti y de tu apariencia.

Autocuidado emocional

Junto a tu mente y cuerpo, viven tus emociones. Lo que sientes es igual de importante que tus pensamientos y tu estado físico, y por eso, existen hábitos que te ayudan exclusivamente a cuidar tu estado emocional.

Tus emociones son parte de ti y pueden dominar la percepción que tienes de tu vida. Cuidarlas es importante para vivir en calma y mejorar tu relación contigo. Para hacerlo, debes incluir en tu rutina todo aquello que te ayuda a conocer tus emociones, analizarlas, reflexionar sobre ellas y tener el poder de dominarlas.

– Journaling
– Ir a terapia
– Desahogarte
– Llorar
– Tener conversaciones importantes con quienes amas

Estas son algunas de las acciones diarias que te hacen cuidar tus emociones y te ayudan a verlas como una señal y no como una causa negativa de tu comportamiento. Incluye estas acciones en tu semana y aprende a convivir en armonía con lo que sientes.

Abraza tus emociones, siéntelas, vívelas y luego déjalas pasar. Una vida con emociones en equilibrio, es una vida con más facilidad para quererte.

Autocuidado espiritual

Ahora bien, tu mente, tu cuerpo y tus emociones no pueden existir sin un aspecto de tí que, más que nada, te hace ser tu: tú espíritu. No eres exactamente tu cuerpo ni tu mente, eres algo más allá. Algo que te une con el universo, con tu energía única. Eres tu espíritu, la parte más pura de tu ser.

Conectarte con tu espíritu es una parte importante en este viaje que normalmente es pasada por alto. Hacerlo te lleva a sentirte en paz contigo, te llena de ánimo y de calma. Te hace valorarte y quererte un poco más.

¿Pero qué te alimenta el espíritu? Encontrar un propósito de vida, pasar tiempo con quienes amas, hacer algo generoso por alguien, meditar, reconectar con eso que ilumina tu alma. Incluye algunas acciones en tu semana para volver hacia el interior. Te prometemos que vale la pena.

Vive con balance

Antes de terminar estás páginas, queremos hablar de un aspecto importante del cual muchas personas se olvidan. Aún cuando vives cuidándote de todas las maneras, hay un elemento extra que definirá tu progreso. Es la clave para que tu rutina se mantenga a largo plazo, para disfrutarla, para motivarte y para seguir tu disciplina con mucha más facilidad.

Ese aspecto de inconfundible importancia es el balance. Cuando llevas una vida balanceada tienes espacio para vivir sanamente y disfrutar de todo lo que te gusta. Te ayuda a vivir sin juzgarte, sin criticarte. Te ayuda a fomentar tu amor propio y disfrutar mucho más el camino. Permite que el goce y el autocuidado existan conjuntamente. Así que cuídate, disfruta y construye la versión balanceada de ti que te permite quererte y vivir como lo mereces.

DETRÁS DE OURSELF
Paula Grieco & Dannia Ortiz

Co-founders y editoras de ourself. Explorándo a diario cómo prácticar el amor propio y vivir priorizando el autocuidado.

NEWSLETTER

¿Te unes al club de las que se tratan bonito? Inspiración, tips y consejos contigo siempre

SÍGUENOS EN