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Cómo convertir tu rutina de skin-care en un ritual de amor propio

Photo by Sandra Dans

El poder transformador de una rutina

Cuando creas una rutina para cuidar tu piel, conectas con las necesidades de tu cuerpo y creas un momento para mimarlo. Así, el skin-care puede pasar de ser una rutina de belleza a un hábito para mejorar tu amor propio y cultivar una relación más amable contigo. Además, puede convertirse en un recordatorio diario de que eres digna de cuidado, lo que con el tiempo, se internaliza en un sentido de autoestima.
Pero, para que una rutina de skin-care se transforme en un ritual de amor propio, cada acción dentro de ella debe tener una intención conectada a ti. Y para ayudarte a hacerlo, en este blog te compartimos algunas ideas sobre cómo convertir tu rutina de cuidado de la piel en un ritual que nutra la relación contigo.

1. Establece una intención:

Tómate un momento para ponerle intención al cuidado de tu piel. ¿Qué estás buscando con esta rutina? ¿Qué quieres obtener de ella? ¿Relajarte, conectar contigo o quizás comenzar un proceso de autoaceptación? Este paso hace que cada acción dentro del cuidado de tu piel esté alineada con un propósito y con tus necesidades emocionales, transformando así el skin-care en un ritual, más allá de un simple paso en tu rutina de autocuidado.

2. Elige productos que te hagan sentir bien:

En lugar de dejarte influir por las tendencias del momento, selecciona productos que estén alineados realmente con las necesidades de tu piel, productos que resuenen con tu autocuidado y que te hagan sentir mejor. No hace falta comprar el exfoliante en tendencia o la loción más costosa. Selecciona productos basándote en cómo te hacen sentir. Al final, el skin-care se trata simplemente de encontrar productos que cuiden, protejan y cubran tus necesidades, haciéndote sentir mejor. Haz que tu selección de productos sea personalmente significativa.
Photo by Eliza Alves

3. Skin-care autocompasivo:

Una parte importante de transformar tu skin-care para mejorar tu amor propio es disfrutar del proceso con autocompasión. Muchas veces, al comenzar una rutina, es común pensar en las imperfecciones de tu piel, criticar lo que quieres cambiar y enfocarte en obtener resultados rápidos. Esto convierte la rutina de skin-care en una actividad enfocada en el cambio, que puede crear frustraciones y negatividad hacia ti misma.
Para cambiar este enfoque y potenciar tu amor propio, sé amable contigo y practica un diálogo interno comprensivo durante tu rutina. Quizás hay cosas que quieres mejorar de tu piel, pero en lugar de enfocarte en el resultado, enfócate en el proceso y en lo que sientes al cuidarte. Intenta disfrutar del camino con constancia, viendo tu reflejo con amabilidad y paciencia.

4. Crea un momento para ti:

Cuando tenemos un día ajetreado o no nos sentimos animadas a cuidarnos, intentamos terminar el skin-care lo más rápido que podemos. Pero para que esta rutina tenga un efecto positivo en tu amor propio, es importante dedicarle el tiempo que merece y crear un momento de autocuidado, aunque sea un par de minutos. Así que tomate tu tiempo, prende una vela, pon música, coloca aceites aromáticos y haz que este momento nutra la relación contigo, más allá del cuidado de tu piel.

5. Llénalo de gratitud:

Incluye cualquier otra acción que te conecte con tu amor propio. Utiliza este espacio, este momento, esta rutina para practicar aquello que mejora tu autoestima. Por ejemplo, si las afirmaciones te ayudan a sentirte más confiada, concluye tu rutina con una afirmación positiva, o si el agradecimiento te hace sentir mejor contigo, practica la gratitud mientras aplicas tus productos, agradeciéndole a tu piel por ser parte de tu hogar. Estos pequeños actos que conectan tu rutina con tu amor propio pueden cambiar profundamente el impacto que tiene este hábito en la relación contigo.

Por último,

Es importante recordar que una rutina de skin-care no se trata de lograr una piel ‘perfecta’. El skin-care va más allá de la belleza. Se trata de darle a tu cuerpo lo que necesita, de mejorar su salud, de respetar sus límites, de establecer un tiempo y espacio para conectar con tu cuerpo. Entender esto puede ser la clave para transformar tu rutina en un ritual para sentirte mejor contigo.

Redirecciona el skin-care en un hábito de amor propio fortalecedor y no solo estarás nutriendo tu piel; sino alimentando la relación contigo misma.

Si quieres saber más acerca de los beneficios que una rutina de skin-care puede tener en tu amor propio, chequea el blog Por qué cuidar tu piel es una forma de amor propio

DETRÁS DE OURSELF
Paula Grieco & Dannia Ortiz

Co-founders y editoras de ourself. Explorándo a diario cómo prácticar el amor propio y vivir priorizando el autocuidado.

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