El cuidado de la piel a menudo se considera una herramienta para realzar tu belleza exterior. Sin embargo, más allá de ayudarte a tener una piel sana, este hábito tiene un potencial fortalecedor en la relación contigo misma.
El cuidado de la piel y el amor propio tienen una conexión cercana. Si lo realizas con intención puede impulsarte a sentirte mejor contigo, pasando de ser una rutina de belleza a una actividad para mejorar tu autoestima. Pero, ¿por qué?
¿Por qué cuidar tu piel es una forma de amor propio?
Te da un momento para estar contigo:
Exterior sano, interior feliz:
Te conecta con tu cuerpo:
Reafirma tu merecimiento:
Por esto, el skin-care no se trata únicamente del cuidado de la piel. Se trata de un diálogo contigo, una conexión con tu cuerpo y una práctica fundamental para valorarte más (desde fuera, hacia dentro).
Comienza a pensar en tu rutina de cuidado de la piel en un ritual fortalecedor, que no solo estará nutriendo tu cuerpo; sino alimentando tu interior.
Si quieres leer más acerca del skin-care y el amor propio, chequea el blog Cómo el cuidado de tu piel ayuda a mejorar tu autoestima