1. Un entorno que eleva:
La positividad y apoyo de nuestro círculo cercano pueden actuar como un poderoso alimento para nuestro amor propio. Por ejemplo, un familiar que celebra tus logros y te alienta a perseguir tus sueños puede llenarte con una confianza y autopercepción positiva que se irradia en cada aspecto de tu vida.
2. Un entorno que desafía:
Al contrario, entornos tóxicos o críticos pueden vulnerar nuestra autoestima, haciéndonos dudar de nuestro valor y capacidades. Por ejemplo, la comparación en redes sociales o las expectativas desalentadoras de familiares, pueden sembrar inseguridades y autocrítica en tu vida personal, social y profesional.
1. Establece límites claros:
2. Cultiva relaciones positivas:
3. Desconéctate de las comparaciones online:
4. Crea un espacio físico que te inspire:
5. Encuentra tu comunidad:
Unirte a grupos o comunidades que compartan tus intereses y valores puede ser una fuente invaluable de apoyo y comprensión mutua. Participa activamente y sé también un pilar para los demás. La reciprocidad en el apoyo nutre la autoestima de todos.
Para inspirarte mucho más, chequea el blog Poner límites para estar mejor contigo